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MEDICC Calls on US to Adopt a Humanitarian Policy Towards Cuba / MEDICC llama a EEUU a adoptar una política humanitaria hacia Cuba

July 13, 2021– As images of protesters in Cuba flooded the internet, we once again ask: why is the Biden administration squeezing the country by keeping the most restrictive sanctions piled on Cuba during the Trump era, rather than returning to the rapprochement offered by President Obama? Even the pandemic, now at its peak on the island, has not moved US policy to alleviate the suffering of Cuba’s 11 million people. They are the ones facing collapse of tourism during COVID-19, visits plummeting 90 percent during 2021. They are the ones suffering from food and medicine shortages as the economy falls in a tailspin. They are the ones, including those opposed to the Cuban government, who have called for an end to US sanctions for decades.

But the Trump White House imposed over 240 new restrictions on trade, aid and financial transactions with the island, making family remittances excruciatingly difficult to send, outlawing most banking transactions from other countries, prohibiting US citizens from stays in any of Cuba’s 400 hotels and guest houses. That president issued a long list of “banned companies” in Cuba, limited flights to all Cuban cities save Havana, slapped Cuba onto the list of countries not cooperating against terrorism, and more.

Then came the pandemic. While the UN Security Council, Amnesty International and others have called for an end to the sanctions in such dire times, the Biden administration has upheld the Trump hyper-sanctions. And both President Biden and Secretary of State Antony Blinken have claimed the United States has nothing to do with the protests or the privations in Cuba. Simply not true.

The hypocrisy of caring now about Cubans, when US sanctions are literally strangling the country and its ability to access hard currency for basic needs, is appalling. During the pandemic, the US embargo has been directly responsible for halting desperately needed donations of personal protective equipment for health workers, food and medicines. It has slowed development of Cuba’s own COVID-19 vaccines, important for Cuba and for other countries, particularly in the Caribbean and Africa. It is directly responsible for many shortages on the island. At the UN, for the 29th time, nations overwhelmingly (184 to 2), called on the United States to end its sanctions on Cuba once and for all.

As an organization devoted to public health, we join their call. We call for an end to the punitive measures that the United States has unleashed, which threaten the lives of all Cubans and impose hardships on Cuban families living abroad. We call on President Biden to issue executive orders permitting a return to President Obama’s opening towards Cuba that provided a light at the end of the tunnel for Cubans of all political stripes, a future for the country’s public and private sectors, and room for domestic policy dialog and change. Most immediately, we call for a reopening of the US Embassy in Havana; an end to banking, remittance and hotel restrictions; expedited export licenses for food and medicine; and unhampered exports to Cuba to facilitate vaccine rollout and care for COVID-19 patients. In the midst of the worldwide pandemic, it is the least the United States can do. The very least.

MEDICC llama a EEUU a adoptar una política humanitaria hacia Cuba

Cuando las imágenes de manifestantes en Cuba inundan internet, preguntamos una vez más: ¿por qué la Administración Biden asfixia a ese país manteniendo las más restrictivas sanciones impuestas a Cuba durante la era Trump, en vez de regresar al acercamiento ofrecido por el Presidente Obama? Ni siquiera la pandemia, ahora en su peor momento en la isla, ha provocado un cambio en la política de EEUU que permita aliviar el sufrimiento de 11 millones de personas. Ellos son los que están enfrentando el colapso del turismo durante la pandemia de COVID-19 que ha disminuido en un 90% durante el 2021. Ellos son los que sufren por la escasez de alimentos y medicinas mientras la economía cae en picada. Ellos, incluyendo aquellos que se oponen al gobierno cubano, son los que han reclamado durante décadas que se ponga fin a las sanciones de EEUU.

Pero la Casa Blanca de Trump impuso más de 240 nuevas restricciones al comercio, la ayuda y las transacciones financieras con la isla, haciendo que se hiciera terriblemente difícil el envío de remesas familiares, proscribiendo la mayoría de las transacciones bancarias desde otros países, prohibiendo a los ciudadanos de EEUU hospedarse en cualquiera de los 400 hoteles y casas de huéspedes de Cuba. Ese presidente emitió una larga lista de “compañías prohibidas” en Cuba, limitó los vuelos a todas las ciudades cubanos salvo la Habana, incluyó a Cuba en la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo, y mucho más.

Entonces llegó la pandemia. Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU, Amnestía Internacional y otros han llamado a poner fin a las sanciones en tiempos tan terribles, la administración Biden ha mantenido las hiper-sanciones de Trump. Y tanto el Presidente Biden como el Secretario de Estado Antony Blinken han declarado que Estados Unidos no tiene nada que ver con las protestas o las privaciones en Cuba. Esto simplemente no es verdad.

Resulta espantosa la hipocresía de preocuparse ahora por los cubanos, cuando las sanciones de EEUU están literalmente estrangulando el país y su habilidad para acceder a las divisas para necesidades básicas. Durante la pandemia, el embargo de Estados Unidos ha sido directamente responsable de detener las donaciones de equipos de protección para los trabajadores de la salud, de alimentos y medicinas que se necesitan desesperadamente. Ha ralentizado el desarrollo por parte de Cuba de sus propias vacunas contra la COVID-19, importantes para Cuba y para otros países, particularmente en el Caribe y África. Es directamente responsable de muchas de las escaseces de la isla. En las Naciones Unidas, por 29a vez, los gobiernos del mundo de forma abrumadora (184 a 2), llamaron a EEUU a poner fin a las sanciones contra Cuba de una vez para siempre.

Como organización dedicada a la salud pública, nosotros nos unimos a su llamado. Reclamamos el fin de las medidas punitivas que Estados Unidos ha impuesto y que amenazan las vidas de todos los cubanos e imponen privaciones a las familias cubanas que viven en el extranjero. Hacemos un llamado al Presidente Biden a que dicte las órdenes ejecutivas que permitan un regreso a la apertura hacia Cuba del Presidente Obama que proporcionó una luz al final del túnel para los cubanos de todas las tendencias políticas, un futuro tanto para el sector público como privado del país, un espacio para el diálogo y el cambio en la política interna. De forma más inmediata, reclamamos la apertura de la Embajada de Estados Unidos en la Habana; el fin de las restricciones financieras, de las remesas y de los hoteles; licencias de exportación de forma expedita para los alimentos y los medicamentos; y exportaciones sin trabas a Cuba para facilitar la vacunación y la atención a los pacientes de COVID-19.  En el medio de una pandemia mundial, es lo menos que Estados Unidos puede hacer. Lo menos.

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